El cerro de Santiesteban

Hasta la fecha, se trata del yacimiento arqueológico más antiguo de Morón ya que evidencia la presencia de grupos de Neandertales de cazadores-recolectores. El cerro se encuentra al norte del término municipal, ocupando una elevación de 250 metros de altitud y cercano al arroyo de su mismo nombre. Actualmente, se encuentra muy alterado por su uso agrícola y porque también fue utilizado como cantera de piedra.

Los trabajos de prospección arqueológica permitieron documentar la existencia de una serie de periodos culturales que irían desde el Paleolítico Medio, un posible hiatus poblacional, una aldea neolítica en sus faldas, poblado del Cobre en su cima y otro hiatus hasta el Bronce Final más algunas evidencias romanas seguidas de las actuales.

En la paleocavidad de Santiesteban, situada en uno de los laterales del cerro, se localizan los restos más antiguos pertenecientes al Paleolítico Medio (100000 – 35000 BP) y relacionados con la presencia de grupos nómadas de cazadores-recolectores de Neandertales. Contamos con la información que nos aportan los materiales recogidos mediante prospección arqueológica. La fauna identificada constata la presencia de "Cervus Elaphus", de un caballo mediano y de tortuga, así como de posibles "Dama", "Bos Primigenius" y "Equus Hydruntinus", así como numerosos fragmentos astillados irreconocibles. Todo ello para denunciar la pervivencia de un clima mediterráneo del que inferimos un clima abierto, muy cercano al actual de dehesa y vegetación mediterránea y la presencia de restos de tortuga nos permite pensar en la existencia de un ambiente lagunáceo, favorecido por la cercana corriente fluvial de Santiesteban y su entorno.

En cuanto a la industria lítica recuperada y asimilable a periodos del Pleistoceno, hemos de destacar la variabilidad de soportes por el uso de materias primas como el sílex, en mayor número, o la cuarcita. Por el tipo de fabricación de los útiles responde a extracciones en lascas, siendo un conjunto industrial propio del Paleolítico Medio y en cuanto a la talla, se englobarían dentro del llamado Musteriense Clásico con gran cantidad de raederas simples o dobles, muescas, denticulados, puntas y algunas láminas de dorso, además de restos de tallas. Estamos ante un equipamiento de útiles destinados a descuartizar animales y los restos de talla indican que parte del instrumental se hacía in situ. Tanto los recursos alimenticios como los de instrumental se obtenían del mismo entorno. Estos grupos de Neandertales solían estar formados por unas 30 personas unidas por lazos de parentesco, circunstancia que les obligaba a mantener relaciones sociales con otras bandas. No muy lejos de Santiesteban andarían otras bandas con las que relacionarse.

En la cima del cerro se documenta un poblamiento del III milenio a.c., según los materiales encontrados durante los trabajos de prospección. Entre las formas cerámicas más representativas, se hallan una amplia gama de platos con borde almendrado, engrosado, levantado, biselado…, cazuelas, ollas globulares, fuentes y cuencos, así como piezas con decoración de motivos incisos y acanalados o campaniforme. En cuanto al material lítico, aparecen fundamentalmente dientes de hoz, pequeñas láminas de perfil triangular, cuchillos y hachas. Estos materiales nos permiten encuadrar esta zona del cerro en un Calcolítico inicial. Se trata de un hábitat de relativa importancia, próximo a un punto de agua. El material recuperado apunta hacia una actividad económica predominantemente agrícola acorde con la calidad del suelo. No tenemos datos sobre alguna necrópolis relacionada con el asentamiento.

Durante el III milenio a.c., los registros arqueológicos de Morón nos hablan de la presencia de sociedades jerarquizadas, de comunidades que conforman verdaderas culturas agrícolas y ganaderas y, posiblemente, con metalurgia. Los registros arqueológicos que nos ayudan a estudiar este nuevo modelo social son las necrópolis, las cuales se dividen en tumbas del denominado tipo dolmen y tumbas en cuevas artificiales.

Los dólmenes documentados en el municipio son estructuras de ortostatos de considerable tamaño, encajados en el suelo su paramento, describiendo un trazado de galería. La cubierta de ortostatos apoya sobre el suelo natural que queda a la altura de sus paramentos y sobre estos, y así disminuye la fuerza del empuje sobre las paredes. La terminación consistía en cubrir la estructura bajo un túmulo en parte natural y en parte artificial, consolidando la conservación de la construcción.